CALRE se compromete a construir una Europa “eficaz y segura”

El Manifiesto conmemorativo del XX Aniversario de la Conferencia de Asambleas Legislativas Regionales Europeas, leído por Pedro Sanjurjo en la Junta General, reivindica el papel de los parlamentos autonómicos en “el proceso de toma de decisiones de la Unión Europea”. 

La Conferencia de Asambleas Legislativas Regionales Europeas (CALRE) se compromete a construir una Europa “eficaz y segura” y expresa su compromiso de utilizar este foro, que reúne a 74 parlamentos y asambleas legislativas de ocho países de la Unión Europea, para “fortalecer nuestros intereses comunes y trabajar por una Unión que garantice la estabilidad y la sostenibilidad para las generaciones siguientes.

Así se afirma en el Manifiesto conmemorativo del XX aniversario de CALRE, leído este lunes por el presidente de la Junta General del Principado, Pedro Sanjurjo, al inicio del seminario “Papel de las regiones en la Europa de la transición” que hasta mañana martes se celebra en el Parlamento de Asturias. A este encuentro asisten representantes de 16 parlamentos y asambleas legislativas autonómicas de España, Portugal, Italia, Bélgica y Austria, a los que se sumaron el Presidente del Comité Europeo de las Regiones, Karl-Heinz Lambertz, y la Presidenta del Congreso del Consejo de Europa, Gudrun Mosler Törnström.

Aprobado por el Comité Permanente de la CALRE el pasado 29 de junio en Bruselas, el documento que conmemora las dos décadas de existencia de esta institución, fundada en Oviedo en 1977, reivindica, en un momento en que “Europa atraviesa momentos de dificultad e incertidumbre”,  el papel de los parlamentos autonómicos en “el proceso de toma de decisiones de la Unión Europea”.

CALRE aboga por actuar como “un puente directo entre la ciudadanía y las instituciones de la UE” porque “los territorios deben situarse en el centro de la política europea” y expresa su compromiso de “seguir trabajando de manera coordinada con las instituciones europeas (Parlamento Europeo, Comisión Europea, Comité de las Regiones y Consejo Europeo) para consolidar elementos como el principio de subsidiariedad y la cooperación interparlamentaria”, dado que “la coparticipación de los poderes legislativos regionales además de ser necesaria, aumenta la operatividad y diligencia de las directivas europeas y permite una ejecución más eficaz de la legislación europea”.

Desde el convencimiento de que “los parlamentos regionales pueden y deben ser actores determinantes para cambiar el desapego de los ciudadanos con respecto a las instituciones europeas”, la Conferencia de Asambleas Legislativas Regionales Europeas desea “contribuir de forma constructiva al debate y no retroceder en las políticas de cohesión”, herramienta que considera “esencial para el desarrollo y el crecimiento de los territorios”. Por ello, la CALRE reafirma la necesidad de “avanzar hacia una Europa más fuerte y cohesiva, en la que los europeos gozan de los mismos derechos y respetan los mismos deberes, construyendo el pilar social, y facilitando una amplia participación de los ciudadanos europeos en el gobierno de Europa” y defiende el mantenimiento de una política de cohesión fuerte y eficaz en todas las regiones después del año 2020, para lo que “debe garantizarse su plena financiación”.

El Manifiesto al que ha dado lectura el presidente del Parlamento asturiano, Pedro Sanjurjo, también propone resolver las consecuencias financieras de la retirada del Reino Unido de la Unión Europea con “la desburocratización y la mejora de la eficiencia” y expresa su preocupación “por los acontecimientos de los últimos meses que han afectado gravemente a nuestra seguridad como los ciberataques o el terrorismo”. Mientras reclama “poner en marcha una Estrategia Global para la Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea que evite el impacto de estas amenazas globales y que impulse el papel de Europa como actor clave en la gobernanza mundial”, postula la necesidad de “conseguir una estrategia eficaz y compartida en las relaciones con otros países, sino también para ayudar a construir la paz en las zonas de conflicto de nuestro planeta”.

A este respecto, considera que las políticas de cooperación son esenciales para evitar flujos migratorios que “desencadenan en dramas humanitarios como los que vivimos aún hoy” y ante la inestabilidad en las regiones del norte de África y Oriente Medio que afecta a Europa por su cercanía, sostiene que hay que insistir “en la necesidad de construir acuerdos para ayudar al crecimiento y estabilidad de estas zonas, además de poner en práctica una política de fronteras moderna, basada en un control y acogida que respeten nuestros valores”.

El Manifiesto muestra el compromiso de CALRE de trabajar desde las regiones para promover la tecnología, la innovación y el crecimiento sostenible de la UE y apuesta por “contribuir a conseguir una Unión en la que los jóvenes reciban la mejor educación y formación en el espacio de la Unión Europea”.

“Para lograr una Europa eficaz y segura, utilizaremos la CALRE como foro para fortalecer nuestros intereses comunes y trabajar por una Unión que garantice la estabilidad y la sostenibilidad para las generaciones siguientes. Esta es la Europa que la CALRE se ha comprometido a construir”, concluye la Declaración.

MANIFIESTO CONMEMORATIVO POR EL 20 ANIVERSARIO DE LA CALRE

La Conferencia de Asambleas Legislativas Regionales Europeas (CALRE) nació hace 20 años con el objetivo primordial de ser un instrumento de participación activa de las Asambleas y Parlamentos Regionales con capacidad legislativa en el proceso europeo de toma de decisiones. Al celebrar el 20 aniversario de su Declaración Fundacional, sellada en Oviedo en 1997, hacemos un balance positivo de su actuación y reconocemos y agradecemos la importante labor de todos los miembros y representantes de las distintas asambleas y parlamentos regionales que han trabajado a lo largo de estas dos décadas para consolidar esta institución, destacando, de manera notable, las contribuciones aportadas durante la Convención Europea sobre el futuro de Europa, entre las que cabe destacar la solicitud de participación en el mecanismo de control de la subsidiariedad y la proporcionalidad, incorporado en el Tratado de Lisboa; además de las contribuciones y reflexiones de los grupos de trabajo, así como los debates generados en las Asambleas Plenarias, que han tenido no sólo el valor de difundir los conocimientos sobre temas de interés común, sino también la conciencia del papel distinto y reforzado que desempeñan en la Unión Europea las Asambleas de la CALRE.

La razón de estos 20 años de la CALRE debe estar asentada sobre el deseo de las Asambleas y Parlamentos Regionales de hacer una Europa moderna y eficaz a través de las regiones y, embarcados en esta tarea, hemos descubierto fortalezas y problemas comunes, y hemos aprendido los unos de los otros. No cabe duda de que el diálogo entre CALRE y las instituciones europeas ha ido avanzando en todos estos años, reconociendo el papel esencial de las asambleas legislativas regionales en el proceso de construcción de la Unión Europea.

Pero a este balance hay que añadir la constatación de que Europa atraviesa momentos de dificultad e incertidumbre por lo que esta efeméride de la CALRE ha de servir para constatar nuestro compromiso por seguir avanzando en la senda de la estabilidad, aún más, teniendo como base el espíritu fundacional de la Conferencia, que es el de defender el papel institucional de las Asambleas y Parlamentos Regionales legislativos en el proceso de toma de decisiones de la Unión Europea.

Por todo ello, al cumplir 20 años de la CALRE, manifestamos: 

– que resulta primordial continuar reforzando el papel de las Asambleas Legislativas Regionales de los Estados de la Unión Europea para garantizar la necesaria involucración de las regiones en todos los ámbitos en los que se aprueban y se ejecutan decisiones vinculantes: los territorios deben situarse en el centro de la política europea.

– el compromiso por seguir trabajando de manera coordinada con las instituciones europeas (Parlamento Europeo, Comisión Europea, Comité de las Regiones y Consejo Europeo) para consolidar elementos como el principio de subsidiariedad y la cooperación interparlamentaria. La coparticipación de los poderes legislativos regionales además de ser necesaria, aumenta la operatividad y diligencia de las directivas europeas, y permite una ejecución más eficaz de la legislación europea.

– la intención de continuar trasladando a las instituciones de la UE las potencialidades de las asambleas regionales como instituciones más próximas a los ciudadanos para contribuir de manera decisiva a resolver los problemas que nos afectan en la actualidad porque la credibilidad de nuestras instituciones ante la ciudadanía, incluidos los parlamentos regionales, dependerá en gran medida de su acierto para abordar los nuevos retos de Europa.

– el convencimiento de que los parlamentos regionales pueden y deben ser actores determinantes para cambiar el desapego de los ciudadanos con respecto a las instituciones europeas. Es posible revertir este escenario si los parlamentos regionales actúan como formadores de la opinión pública y divulgadores de los valores del europeísmo. Debemos convertirnos en un puente directo entre la ciudadanía y las instituciones europeas. En este sentido, la CALRE se compromete a impulsar y colaborar activamente en los foros de reflexión sobre el futuro de Europa en las distintas ciudades y regiones así como propiciar debates sobre este asunto en Universidades y centros educativos para concienciar a los más jóvenes sobre la importancia de la Unión Europea en sus vidas.

– la perspectiva de una Europa ascendente, cooperativa y multinivel en la que los territorios representen sus propias demandas y, en la medida de lo posible, las adapten a sus propias características y necesidades, para que sus políticas sean sostenibles y apoyadas por la comunidad de ciudadanos. Corresponderá a la CALRE y a las comunidades locales y regionales indicar las mejores maneras de fortalecer la representación de los intereses regionales y locales en la Unión Europea.

– la preocupación -a raíz de la publicación del Libro Blanco de la Comisión sobre el Futuro de Europa, del cual CALRE aprecia las intenciones y la voluntad de reflexionar sobre el futuro institucional de la Unión Europea- por el contenido recogido específicamente en el «Escenario 4 – Más eficientemente». A este respecto, la CALRE desea contribuir de forma constructiva al debate y no retroceder en las políticas de cohesión, herramienta esencial para el desarrollo y el crecimiento de los territorios y el entorno socioeconómico de las Regiones y Autoridades Locales de la Unión Europea.

– que las consecuencias financieras de la retirada del Reino Unido de la Unión Europea deben resolverse mediante la desburocratización y la mejora de la eficiencia.

– nuestro pleno apoyo, a través de un fuerte reconocimiento de la autonomía de las Instituciones Regionales y Locales, al proceso de construcción de la Europa de las Regiones como conditio sine qua non para abordar los retos globales del siglo XXI y que juntos estamos mejor preparados para afrontar los retos de nuestra sociedad y responder a las demandas de los ciudadanos y ciudadanos europeos.

– el apoyo a la Declaración de Roma, firmada por los Jefes de Estado y de Gobierno de veintisiete Estados miembros de la Unión Europea y de sus instituciones el pasado 25 de marzo con motivo del 60 aniversario de los Tratados de Roma. Hay que avanzar hacia una Europa más fuerte y cohesiva, en la que los europeos gozan de los mismos derechos y respetan los mismos deberes, construyendo el pilar social, y facilitando una amplia participación de los ciudadanos europeos en el gobierno de Europa.

– en este punto, la CALRE considera que la Carta Social Europea es el principio rector que rige los derechos de los ciudadanos.

– la CALRE reafirma la necesidad de mantener una política de cohesión fuerte y eficaz en todas las regiones después del año 2020 por lo que debe garantizarse su plena financiación.

– el compromiso de las Asambleas y Parlamentos Legislativos Regionales de exigir una intervención más cuidadosa de la Unión Europea, no sólo en la gestión de emergencias, sino también en la introducción, en el cumplimiento de competencias, y de legislación sobre prevención de desastres naturales en las regiones.

– la preocupación por los acontecimientos de los últimos meses que han afectado gravemente a nuestra seguridad como los ciberataques o el terrorismo. Así pues, resulta imprescindible poner en marcha una Estrategia Global para la Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea que evite el impacto de estas amenazas globales y que impulse el papel de Europa como actor clave en la gobernanza mundial, no solo para conseguir una estrategia eficaz y compartida en las relaciones con otros países, sino también para ayudar a construir la paz en las zonas de conflicto de nuestro planeta.

– este último punto junto a las políticas de cooperación, son esenciales para evitar flujos migratorios que desencadenan en dramas humanitarios como los que vivimos aún hoy en varios puntos de nuestro continente. Ante la inestabilidad en las regiones del norte de África y Oriente Medio que afecta a Europa por su cercanía, debemos insistir en la necesidad de construir acuerdos para ayudar al crecimiento y estabilidad de estas zonas, además de poner en práctica una política de fronteras moderna, basada en un control y acogida que respeten nuestros valores.

– el apoyo a una acción diplomática eficaz europea para evitar conflictos entre países y la inmigración ilegal pero siempre, al mismo tiempo, promover y reclamar el respeto de los derechos fundamentales de los migrantes.

– el pleno cumplimiento de los objetivos estratégicos de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas y el compromiso de la Comisión Europea de vincular la Agenda 2030 con la Estrategia Europa 2020, por ejemplo, en la movilidad sostenible, y la gestión de los desechos en la perspectiva de una economía circular; y la necesidad de coherencia política, integración y un marco de gobernanza coherente. La CALRE, de acuerdo con el Comité de las Regiones, subraya en particular que, para lograr resultados sostenibles, es esencial que todos los niveles de gobierno participen en el proceso de toma de decisiones, en particular las autoridades regionales y locales.

– el compromiso por trabajar desde las regiones en promover la tecnología y la innovación, pero también el crecimiento sostenible de la UE por lo que debemos trasladar a los vecinos de los diferentes territorios la importancia de respetar el Medio Ambiente y continuar la estrategia de lucha contra el cambio climático, teniendo en cuenta, además, la reducción de las causas y consecuencias de los desastres naturales que afectan a nuestro territorio. El objetivo es convertir a nuestro continente en la Europa del crecimiento inteligente y sostenible, una Europa sostenible y verde.

– el compromiso para contribuir desde las regiones a conseguir una Unión en la que los jóvenes reciban la mejor educación y formación en el espacio de la Unión Europea; una Unión que conserve nuestro patrimonio cultural y promueva la diversidad cultural. El objetivo debe ser construir una cultura europea común, expresada no solo en más medios de comunicación europeos sino en la movilidad de sus estudiantes, jóvenes empresarios y jóvenes funcionarios de los sectores público y privado; más y mejor educación y conocimiento de idiomas y aprovechar los instrumentos que nos hacen partícipes de nuestra historia común dentro de la diversidad: el cine, el teatro, la literatura y el arte en general, así como la ciencia y las nuevas tecnologías.

– para lograr una Europa eficaz y segura, utilizaremos la CALRE como foro para fortalecer nuestros intereses comunes y trabajar por una Unión que garantice la estabilidad y la sostenibilidad para las generaciones siguientes.

Esta es la Europa que la CALRE se ha comprometido a construir.

Comité Permanente de la CALRE

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