Eduardo Béjar: «18 de noviembre. Por un tren digno»

Hace un año, el 18 de noviembre de 2017, miles de extremeños y extremeñas fuimos a Madrid, convencidos de que era nuestra obligación reclamar un tren digno para Extremadura. Un tren que no se estropease cada semana, un tren que circulara por vías electrificadas, ya que esta región aún sigue sin tener ni un sólo kilómetro electrificado, un tren que no saliera ardiendo a mitad del camino o que se quedara sin combustible…

Un año después, nada ha mejorado. Necesitamos volver a gritar y recordar a todo el país que exigimos modernizar tanto las líneas ferroviarias como los trenes que por ellas circulan, en algunos tramos a 30 km/h. Por ello debemos volver a salir a la calle, esta vez en Cáceres, mostrando unidad en torno a una reivindicación justa, de nuevo un año después un 18 de noviembre.

Necesitamos volver a ser miles de extremeños los que ocupemos las calles de Cáceres demostrando nuestra indignación, porque es intolerable el olvido secular, en materia ferroviaria, que el gobierno central ha tenido para con Extremadura.

Y lo debemos hacer desde la unidad y desde la verdad, porque no necesitamos excusas para romperla ni intereses electoralistas que dividan ni ocurrencias para justificar el desacuerdo. Precisamos claridad, no enredos ni amenazas como sufrimos día tras día en la política nacional, donde la derecha del país tiende a radicalizar sus posiciones y ridiculizar sus justificaciones.

No necesitamos Secretarios Generales del PP, que por muy ingenieros que se proclamen, no sepan calcular la renta per cápita e intenten engañar burdamente a la ciudadanía, no necesitamos ex ministras del PP distinguiendo a niños, de una región u otra, y clasificándolos de listos o tontos.

La humildad, la honestidad y la verdad deben prevalecer en el debate político porque de lo contrario se favorece el desapego hacia la política y nos convertimos en cómplices de los movimientos populistas y radicales. Por mucho que los responsables políticos del PP no sepan definir a la extrema derecha sus discursos no hacen más que alimentar su crecimiento.

El árbol del mes de noviembre es el madroño (Arbutus unedo) un árbol autóctono y mediterráneo por excelencia, tiene la peculiaridad de que su fruto, aunque comestible, emborracha al que abusa de su ingesta, ya que posee cierta cantidad de alcohol, de hecho “unedo” se refiere a comer uno, porque desde la época romana se recomendaba comer únicamente un fruto para no emborracharse.

Pareciera que más de un cargo de la derecha permanece embriagado de radicalidad y obsesionado con alcanzar el poder, por ejercerlo como propio, sin meditar si lo merecen, si la ciudadanía lo desea, sin alarmarse del fin con el que quieren desprestigiar al adversario político ni las consecuencias de sus discursos. En política deberíamos, como con el fruto del madroño, evitar abusar en este caso de los discursos radicales, de las exageraciones, de anteponer los intereses electoralistas al interés de la ciudadanía y de la mentira.

En Extremadura no necesitamos discursos que se alimenten en exceso de ingesta de madroños, necesitamos discursos exigentes con la deuda histórica que tiene esta región, sin pretender engañar a nadie, pero desde la verdad, desde la unidad, desde la exigencia clara al gobierno de España, porque como afirmó el Presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, los tiempos de paciencia se agotaron y España está en deuda con Extremadura mientras no haya trenes dignos y las vías ferroviarias sean del siglo XIX.

 

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