Hace nueve años fui a Mirabel, pueblo extremeño, perteneciente al partido judicial de Plasencia y a la Mancomunidad de los Riberos del Tajo. Aquel día poníamos en marcha el nuevo Centro Sanitario de la localidad y su alcalde, Fernando, me habló de un sueño. Convertir la antigua Escuela del pueblo en Residencia de mayores. Hoy lo hemos hecho.
Los sueños a veces se cumplen. Cuando se empiece a llenar en las próximas semanas habrá mujeres y hombres cuyo nuevo hogar será en el mismo sitio donde aprendieron a leer y a escribir. Es todo un símbolo. La escuela de ayer convertida en hogar hoy. El niño que fue y el mayor que es. El nieto que fue con el abuelo que es. Allí convivirán pasado, presente y futuro.
Así estaban sus caras. Gracias por dejarme compartirlo. Sé que fue un día importante para las mirabeleñas y mirabeleños. Y gracias a todos los que lo han hecho posible. Especialmente a la pequeña empresa extremeña que ganó el concurso y que la ha terminado y la va a gestionar en convenio con el Ayuntamiento.