Iván Sánchez: Mi forma de entender la lucha

Iván Sánchez comparte su vocación de lucha, una vez más, con otro artículo desprendido de todo tipo de cálculos. ¡Socialistas con la gente! 

Por Iván Sánchez.-

«la esperanza llega mucho más lejos que el miedo»

Os voy a hablar muy claro…

Empezaré presentándome. Me llamo Iván Sánchez, tengo 33 años. Soy un chico de barrio al que le interesa la cultura y le preocupan los problemas de sus semejantes, la justicia social. Hijo de obreros, nieto de campesinos. Con mucho esfuerzo (trabajando) saqué la titulación de administrativo y ahora estudio Psicología en la UNED. Hace 6 meses publiqué mi primer libro, dirijo un pequeño programa cultural en la radio, y escribo en un humilde periódico. Vengo de la calle, de movimientos sociales como el 15M en Madrid y Campamento Dignidad Plasencia. Porque siempre quise cambiar las cosas desde la base, al lado del pueblo soberano, y por ello, no pocas veces me han mirado por encima del hombro. Sólo soy un “currito” que trabaja en los barrios con la gente, hablando con mis vecinos en plazas y parques, tendiéndoles la mano.

Hoy también milito en el Partido Socialista, no es que me haya cansado de tirarme de cabeza contra los escudos y porras de la policía nacional, pero comprendí que hay mucha gente que se encuentran tras un muro de violencia no sólo física sino también administrativa. Decidí afiliarme a un Partido de izquierdas, para cambiar la situación legislando en consecuencia y reventar esa barrera.

Tengo fe en el PSOE, en el mismo que milita de Eduardo Madina, Susana Díaz, Javier Fernández, Carme Chacón, Guillermo Fernández Vara, sin duda grandes líderes, pero la fuerza del partido radica en sus militantes, miles de personas comprometidas con sus semejantes, en cierta manera un gran movimiento social. Por personas como ellos y ellas sigo en la lucha socialista, por el ideal que este partido de izquierdas representa, libertad, igualdad y solidaridad.

Ha llegado la hora de la responsabilidad. De luchar por cambiar la precaria situación de necesidad de muchos. Una nueva manera de gestionar los recursos es posible. Por lo tanto, combato con actos palpables las políticas asfixiantes de «a pan y agua» del PP. No me da miedo arremangarme y trabajar en la calle codo a codo con quien más lo necesita, parar desahucios como escudo humano (hay marcas en mi cuerpo que así lo atestiguan) sacar pancartas en cualquier acto público, o llegado el momento saltar un cordón policial para decirle lo que pienso al reaccionario que corresponda, porque cuando la ley no se da la mano con lo justo, es de obligación moral actuar en consecuencia, en paz.

Ahora desde el PSOE de Plasencia impulso el cambio de mi ciudad “armado” con su ideario de izquierdas. Y aunque mantengo reuniones con colectivos en despachos, no tengo la mínima intención de perder mi denominación de origen “la calle” sigo en ella, en los parques, en las plazas, en los barrios, al lado de los míos. Pienso que ha llegado el momento de quitarse la corbata y bajarse de los tacones, much@s ya lo están haciendo.

Soy muy consciente de que el camino es duro, pero la meta merece la pena, y no es otra que mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos. No voy a ahorrar en esfuerzos, entre otras muchas razones porque en mi casa también se ha pasado necesidad, como sé lo que se siente, no estoy dispuesto a que ninguna otra persona pase por lo mismo.

Estoy hastiado del pasotismo, de la crueldad social del Partido Popular ¿y por qué no decirlo? rabioso, tengo una rabia que me quema, es injusto que personas tengan que malvivir de la caridad, cuando lo que piden es trabajo, DIGNIDAD humana. Esa rabia me empuja a pelear.

No me voy a rendir, tenemos una restitución de la felicidad aún pendiente de ser conquistada. Sé que la anti cultura del PP no borrará del porvenir la construcción civil de la verdad. Y que ante la fuerza de lo que es, existe nuestra obstinada aspiración moral de lo que debería ser, que lo bello se dé la mano con lo justo. Estoy convencido que la esperanza llega mucho más lejos que el miedo.

Salud y República.
Iván Sánchez.

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