Por Miguel Ángel Morales 
Secretario General Provincial del PSOE de Cáceres
Puede sonar repetitivo, pero no nos queda otro camino que el de la denuncia, el compromiso, la manifestación ciudadana y recuperar la calle para expresar todo nuestro descontento, ante la barbarie contra-reformista, del perdido gobierno del Rajoy y sus fieles advenedizos de Extremadura.
Cada día que pasa, las contradicciones se van sumando pero el resultado es el mismo: los ciudadanos pagan el despilfarro de las empresas privadas amigas del PP. El plan Álvarez Cascos cuando era Ministro de Fomento ha acabado con un boquete de casi 4000 millones de euros en las concesiones de autovías que, por supuesto, se arreglará con ayudas directas a las empresas y subidas de peajes o creación de los mismos. El transportista, el pueblo y las familias españolas y extremeñas irán al rescate obligados por el PP.
Los impuestos en general, y el IVA en particular, saltarán a la palestra como la forma en la que nos meterán la mano en el bolsillo para rescatar, repetimos, a sus amigos más íntimos que, visto y comprobado, han llevado a España a la situación en la que vivimos. La injusticia social se está acrecentando día a día y el drama al que nos enfrentamos no tendrá medida alguna en la historia democrática española.
El 1 de julio próximo entrará en vigor otro capítulo más de la barbarie conservadora: el copago farmacéutico. A partir de esta fecha, 200 mil pensionistas extremeños comenzarán a pagar por sus fármacos y el resto de la población, aportará según sus ingresos. La universalización de la sanidad sigue sufriendo atentados directos. Lo dichos, el rescate y sus deudas, como sus indemnizaciones inmorales y millonarias, la pagaremos nosotros. Vaya si lo haremos.
Mientras Monago se gasta en teléfono todo el presupuesto anual, ha decidido, una tarde de estas en las que no recibió órdenes de Rajoy que, a su vez, esperaba las de Merkel mientras gritaba el gol de Xabi Alonso, eliminar el pago del transporte escolar, sin cargas éticas, ni meditaciones, simplemente la dejará de pagar porque le importa un pimiento la igualdad de condiciones de nuestros ciudadanos.
Esta última decisión, como la anterior del copago y el IVA, tienen un solo objetivo: quebrar la sociedad en dos, concentrar la riqueza en pocos y las deudas en muchos. ¿Qué harán nuestros escolares en zonas rurales? ¿Cómo soportarán la carga económica sus familias?
Indudablemente, este goteo de medidas reaccionarias hará sucumbir la igualdad de posibilidades para crear un nuevo modelo que desprestigie al estado, favorezca el gran capital y se cargue, como lo está haciendo, la red de protección social. Es momento de salir y de gritar en voz alta que no lo permitiremos y que la lucha pacífica que impondremos será la de las alternativas y soluciones de izquierda. Contra la exclusión, socialismo, contra el sectarismo, socialismo. No dejemos que el PP acabe con todo, aunque quieran.
