Abolición de la prostitución: el viejo, nuevo debate #8M

María Paz Ávila Muñoz es la Secretaria de Igualdad del PSOE de la provincia de Cáceres.

¿Legalización o Abolición? Hablando desde un punto de vista feminista es imposible entender los motivos de quienes defienden la legalización. Considerar la forma más dura de esclavitud como un yacimiento de empleo es, a mi juicio, más que una burla. Proponer que un “oficio” que no se puede desvincular de un entorno de tráfico, ilegalidad y abusos de una parte de la sociedad sobre la otra pueda ser considerado una profesión, es un ataque a la libertad de las mujeres.

Resulta muy difícil de entender que, teniendo muy clara la lucha del ser humano a lo largo de la historia para erradicar cualquier tipo de esclavitud, nos encontremos ahora con algunos partidos políticos que no contemplen que la prostitución supone una forma de esclavitud en las que, normalmente, las mujeres más vulnerables estén al servicio de los deseos más oscuros de los consumidores.

Igualmente incomprensible es entender las supuestas bondades de la legalización si cada vez que se habla de un local de prostitución sigue levantando rechazo en la población en general. ¿Por qué nunca se encuentran ubicados en barrios ricos? ¿Por qué nunca se localizan al lado de una iglesia o un colegio.

Teniendo en cuenta estos aspectos da la impresión de que lo que se pretende es dar cobertura legal a una actividad que genera millones de euros y que otorgan un alto nivel de poder a una parte de la sociedad. Un grupo de la sociedad claramente definido con un discurso hipócrita, capaz de cruzar todas las líneas rojas que garantizan el más elemental principio de igualdad y libertad, para seguir mercadeando con el cuerpo de las mujeres.

No podemos aceptar  como  legal la más denigrante forma de violencia. Nuevamente nos toca a las mujeres hacer frente a esta lucha. Compañera, amiga, no podemos dar ni un paso atrás en los logros conseguidos en el largo camino hacia la igualdad. Antes de nosotras muchas mujeres salvaron obstáculos y ahora, nosotras, tenemos la obligación de seguir trabajando.

No son tiempos fáciles para el feminismo pero unidas, unidos, somos más fuertes. Tenemos memoria para analizar de dónde partimos, dónde estamos y dónde no queremos llegar. Las mujeres formamos parte de la Historia, conocerla nos hace ser prudentes y previsoras para no caer en el engaño de quienes nos prometen igualdad para todas pero, con sus acciones, nos demuestran que allí donde tienen oportunidad, la igualdad no solo no existe, sino que el retroceso en los derechos es evidente.

Compañeras, compañeros, las mujeres somos la mitad de la población, una población que ha elegido libremente políticas que hiciesen posible la eliminación de barreras que frenaban nuestro crecimiento. No le demos la posibilidad de que recorten ninguno de nuestros derechos. No permitamos el avance de quienes amenazan con arrebatárnoslo.

Para terminar, como dijo Clara Campoamor: “He trabajado para que en este país los hombres encuentren a las mujeres en todas partes y no solo donde ellos vayan a buscarlas”.

Te puede interesar

Blanca Martín: Militar en la igualdad

Blanca Martín: Militar en la igualdad

Artículo de Blanca Martín, Presidenta de la Asamblea de Extremadura. No me canso de repetir que, si la historia es la historia de la lucha de clases, según Karl Marx, también es la historia de la invisibilización de las mujeres. Mujeres que siempre estuvimos en los...

Ir al contenido