Artículo del Secretario General del PSOE de la provincia de Cáceres, Miguel Ángel Morales.
El PSOE es una organización política que durante más de 140 años ha trabajado con la ciudadanía, con errores y aciertos, pero con el objetivo claro de avanzar en sociedad para construir un país solidario, justo y plural.
Durante la pandemia hemos asistido a diversos espectáculos mediáticos que han avergonzado a propios y extraños. La derecha y su marca blanca, el nacional-catolicismo, han especulado con las muertes y los bulos para llamar a la confrontación. Es muy raro que, con tantas misas a sus espaldas, sean incapaces de entender y de practicar el Bien que tanto pregonan.
COVID-19 ha llegado para sembrar dolor y miedo en todo el mundo. Su evolución ha sido constante y variable y todos los gobiernos europeos se han puesto manos a la obra para proteger a la ciudadanía. Esta necesidad de cuidado y aislamiento ha traído como consecuencia obvia una crisis económica que el gobierno de España ha estado y está combatiendo con medidas históricas como el Ingreso Mínimo Vital, los ertes o la ayuda a los Autónomos en cese de actividad.
Pero hace falta un paso más, uno muy significativo. Recordemos: la ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera (creada por el Gobierno de Mariano Rajoy) aprisionó las finanzas de las entidades locales (municipios, diputaciones, cabildos…) a las que se exigió guardar los superávits presupuestarios en cuentas corrientes y les prohibió su utilización. El objetivo de tan férrea medida era conseguir parar el goteo del déficit público de las cuentas conjuntas de las tres administraciones del Estado. Parar un goteo a costa de la gente…el remanente generado en ocho años es de más de 40 mil millones de euros.
Siendo el PSOE un partido municipalista y humanista ante todo, y junto al histórico acuerdo alcanzado por Pedro Sánchez para inyectar dinero en nuestra economía, no debe haber trabas a los ayuntamientos para poder invertir sus ahorros, y así acelerar la recuperación equitativa en la ciudadanía y en las economias locales.
Sabemos que permitiendo la inversión en la gente se lucha contra la pobreza y que la pobreza es otra de las pandemias que sufre nuestro mundo, en diversas formas y diversos grados. España, sus ayuntamientos, la mayoría de ellos, son un ejemplo de ahorro y gestión económica y están en condiciones para invertir lo suyo en la ciudadanía y lanzarlo a la calle para contribuir a una recuperación acelerada de los sectores que, sin ese dinero, podrían demorar años en salir a flote. El socialismo es municipal, humano y equitativo. Estoy seguro que el Gobierno de España estará al lado de los Ayuntamientos, al lado de los municipios, al lado de la gente, como siempre lo ha estado el PSOE.
