Los Presupuestos del 2014 para Plasencia preocupan al PSOE. Lorenzo Losada Bueno, Secretario de Organización de los socialistas placentinos, lo analiza. 
Por Lorenzo Losada Bueno.-
Aunque es sabido de sobra, conviene recordarlo y tenerlo presente. Uno de los aspectos fundamentales de toda acción de gobierno, sea este local, regional o nacional, es encarar los problemas que aquejan a la población en su conjunto y buscar la mejor manera de resolverlos, de dar satisfacción a las necesidades y demandas ciudadanas. Además, si el gobierno es mínimamente sensible a la situación por la que están atravesando los diferentes sectores de la ciudadanía, es deber ineludible de la administración correspondiente y sus gobernantes, poner todos los medios a su alcance, y son muchos los que poseen, para resolver o paliar esas deficiencias que aquejan a amplios sectores de la localidad, de la región o del propio estado. O al menos, no agravarlos con diversas acciones u omisiones.
Una de las maneras, aunque no la única, de hacer frente a esas carencias, a esas demandas y a esas necesidades, está en la elaboración y aprobación de los Presupuestos anuales. O más bien, en el tipo de Presupuestos que se presentan y que se aprueban por la administración correspondiente. Así, a través de las distintas partidas presupuestarias, el gobierno de turno refleja claramente cuáles son sus prioridades en la gestión de lo público y cuál es su grado de compromiso y sensibilidad social, no sólo hacia las demandas y los anhelos de los ciudadanos, sino también hacia aquellos grupos sociales que se encuentran en grave riesgo de exclusión o que están atravesando un doloroso calvario, por una crisis que no cesa y que se está cebando, de mil maneras distintas, con los segmentos sociales más débiles.
Esta reflexión viene a colación de los Presupuestos que el gobierno del PP de Plasencia, con su alcalde Francisco Pizarro a la cabeza, aprobó el pasado día 27 de diciembre, gracias a la mayoría absoluta con que cuentan en el Ayuntamiento. El resto de los grupos, entre ellos el grupo socialista, los rechazó de pleno. No es el momento de entrar a analizar lo que demuestra esta actitud por parte del PP pero si refleja, una vez más, el concepto que tienen de la política y de lo público, alejándose de todo lo que sea negociación, pacto, acuerdo, cesión para lograr un bien común. Aspectos y actitudes totalmente necesarias en la acción política y que no pueden ser ignoradas por una mayoría absoluta.
Los Presupuestos de Plasencia para el año 2014 no resuelven, ni siquiera reducen los graves problemas que aquejan a la ciudad, eso sí, los enmascara, los ignora, no les hace frente. Conviene recordar que las necesidades, los problemas y las carencias ciudadanas son cada vez mayores y más acuciantes. El desempleo se ha disparado en los últimos dos años, rozando en la actualidad la cifra de los 6000 parados, con todo lo que ello implica, tanto desde el punto de vista individual, como desde el familiar y social. Por si esta situación no fuera suficientemente grave, se siguen cerrando pequeñas empresas y comercios, tanto en el centro como en los barrios; sólo hay dar un paseo por el centro de nuestra ciudad, para darnos cuenta que a Plasencia la están dejando morir lentamente, sin que el equipo de gobierno haga algo para evitarlo; luego oímos quejarse al señor Pizarro, de que el turismo que nos visita, no pernocta en la ciudad. Respecto a las familias, de las cuales hablamos tanto en estos días, cada vez son más las que se encuentran en situación de riesgo social, con necesidades alimenticias, energéticas, de material didáctico y de comedores escolares asequibles para sus hijos. Además, estamos asistiendo a un proceso soterrado de pérdida de población joven, en muchos casos con una alta cualificación profesional y académica, porque Plasencia no les ofrece ninguna salida laboral. Y todo esto, el desempleo, el cierre de empresas, la situación de las familias y la emigración forzosa de los mejor preparados, en una población que ronda 44.000 habitantes; unas cifras y unos indicadores alarmantes, dando como resultado un panorama ciertamente desolador.
Todos estos problemas y otros muchos son cuasi ignorados e inadecuadamente afrontados en los Presupuestos para el 2014. Así, haciendo una simple comparación entre las diferentes partidas y magnitudes que componen los presupuestos del PP para Plasencia, y sólo a modo de ejemplo podemos ver que de los más de los setecientos mil euros destinados a Acción Social sólo se destinan cinco mil al Banco de Alimentos, tres mil a Cruz Roja y al convenio con los familiares de Alzheimer no llega a los dos mil; otro ejemplo no menos llamativo que el anterior es el apartado sobre Educación que con una partida que de algo más de medio millón de euros, lo asignado para becas de libros, tan necesarias para tantas familias placentinas, cinco mil euros, una cantidad a todas luces insuficientes para tantas familias con hijos escolarizados que están en una delicada situación económica y social; por el contrario, a los cursos de la U. Popular sesenta y cinco mil euros. Y nos preguntamos si es necesaria esa cantidad y si son necesarios todos esos cursos que se imparten, y si no sería mejor y más social reducir esta partida y destinarla a incrementar las becas para libros. Podríamos seguir citando bastantes más ejemplos de este tipo, y así, para concluir, a la escuela de ocio se dedican diecisiete mil, al centro de interpretación de la judería cincuenta mil, a festejos populares la desorbitada cifra de cien mil euros, a…¿es que no hay necesidades mayores, urgentes y necesarias? ¿No se podían haber reducido estas cantidades y destinarlas a esas necesidades perentorias?
Respecto a las inversiones que podrían generan un mayor número de empleos, tan prioritario para la ciudad, estas están condicionadas a que se pueda llevar a cabo la enajenación de un importante volumen de suelo público para poder ser acometidas o en el peor de los casos si no se pudieran realizar las ventas e ingresar el montante correspondiente, cosa más que probable teniendo en cuenta como está el mercado inmobiliario, se buscaría la financiación por otros medios, sin especificar cuáles. Con ello el Concejal de Hacienda, fuera de todo rigor y seriedad, lo que está haciendo es encomendarse a la providencia en materia de inversiones impulsadas por el Ayuntamiento y reconociendo implícitamente que muy posiblemente, las inversiones presupuestadas no se lleven a término por falta de recursos.
Todos estos ejemplos muestran unos claros desequilibrios entre unas partidas y otras, entre unas magnitudes y otras, que no hacen frente a las preocupaciones reales de los ciudadanos y que no fomentan suficientemente ni las inversiones niel empleo, que no van a generar ni riqueza, ni van a reducir los desequilibrios sociales. Eso sí, los gastos del ayuntamiento los estamos soportando los ciudadanos con el incremento de tasas e impuestos: el I.B.I. el I.A.E. o el mantenimiento de la tasa del agua, la llamada tasa Monago.
En el falseamiento de la realidad presupuestaria para Plasencia, afirmaba el otro día el Concejal de Hacienda que los Presupuestos aprobados, cerca de treinta y seis millones, buscaban favorecer al contribuyente y que apostaban, los populares, por lo social y por el empleo. Y se quedó tan tranquilo. Los romanos, entre los muchos aforismos que usaron y que han llegado hasta nosotros, hay uno que perfectamente se le podría aplicar al equipo de gobierno que dirige el señor Pizarro “excusatio non petita, acusatio manifiesta” (excusa no pedida, acusación manifiesta). La perversión del lenguaje y el cinismo es algo consustancial a los populares y si no que le pregunten, entre otros, y son muchos, al Ministro de Justicia que tilda a su proyecto Ley contra el Aborto de “progresista” y que da plena “libertad a las mujeres”. Cinismo y pura manipulación del lenguaje.
